
Foto: Cholo Parajón

Foto: Cholo Parajón

Foto: Cholo Parajón
Así lo comenta Plácido Jove Hevia: “En el ángulo formado por la confluencia de las dos únicas calles del pueblo brotaban sendas aguas de una linda fuente; y corriendo las sobrantes por una de aquellas calles suministraban abundante riego a parte de las huertas, por medio de pequeñas presas, que por días alternados colocaban los vecinos, lo cual bautizaba la calle con el nombre de “calle del agua”.

